En el competitivo mercado laboral colombiano, la contratación de jóvenes se se ha convertido en una estrategia cada vez más valiosa tanto para las empresas como para la economía en general. A menudo, los empleadores priorizan a los candidatos con trayectorias laborales sólidas, lo que deja a los jóvenes sin experiencia fuera del mercado laboral. Sin embargo, ofrecer oportunidades a este grupo no solo genera beneficios para las empresas, sino que también contribuye al desarrollo económico y social del país.
Uno de los mayores activos que los jóvenes sin experiencia pueden aportar es una perspectiva innovadora y fresca. En un mundo en constante cambio, donde la tecnología y las tendencias del mercado evolucionan rápidamente, la capacidad de adaptación de los jóvenes es invaluable. Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los jóvenes tienen una mayor inclinación hacia el aprendizaje de nuevas tecnologías, lo que los convierte en actores clave en sectores que dependen de la transformación digital, como las telecomunicaciones, las fintech y el comercio electrónico.
Empresas en Colombia que han apostado por la contratación de jóvenes han reportado mejoras en la creatividad y la implementación de ideas novedosas. Según un estudio de la ANDI (Asociación Nacional de Empresarios de Colombia), aquellas organizaciones que integran jóvenes en sus equipos han experimentado un aumento del 15% en la innovación de procesos y productos.
Aunque los jóvenes requieren formación inicial, invertir en su capacitación y desarrollo profesional puede ser una estrategia efectiva para reducir la rotación laboral y construir equipos a largo plazo. Un estudio realizado por el Ministerio de Trabajo de Colombia encontró que las empresas que ofrecen oportunidades a jóvenes sin experiencia y les brindan programas de formación y mentoría, logran índices de retención de hasta un 40% más altos en comparación con aquellas que contratan únicamente personal experimentado.
Contratar a jóvenes permite a las empresas moldear el talento de acuerdo con sus propias necesidades y cultura organizacional. Estos empleados tienden a desarrollar una mayor lealtad hacia las organizaciones que les brindan su primera oportunidad, lo que puede traducirse en relaciones laborales más duraderas y estables. Además, la formación en la etapa inicial de la carrera laboral permite que los jóvenes se alineen más fácilmente con los valores y objetivos de la empresa.
El desempleo juvenil es uno de los mayores desafíos sociales y económicos de Colombia. Según el DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística), la tasa de desempleo juvenil en Colombia alcanzó el 21% en el año 2023, un porcentaje significativamente mayor que la tasa de desempleo general, que ronda el 11%. Este indicador subraya la urgencia de ofrecer más oportunidades a los jóvenes en el mercado laboral.
Las empresas que contratan a jóvenes sin experiencia no solo contribuyen a sus propios intereses, sino que también juegan un papel clave en la solución de esta problemática. Al proporcionar empleo a los jóvenes, las compañías ayudan a reducir la precariedad laboral y promueven la inclusión de nuevas generaciones en la economía formal. Esto, a su vez, genera un impacto positivo en la economía del país, ya que los jóvenes empleados contribuyen al crecimiento del consumo interno, fortalecen la productividad y disminuyen los niveles de pobreza.
El gobierno colombiano ha reconocido la importancia de apoyar la empleabilidad juvenil, creando incentivos para que las empresas contraten a jóvenes sin experiencia. A través del programa “Jóvenes en Acción” y de los incentivos fiscales para la contratación juvenil, se ofrecen beneficios a las empresas que deciden incorporar jóvenes en sus plantillas. Estos incentivos buscan mitigar los riesgos percibidos por los empleadores al contratar personas sin experiencia, facilitando así la entrada de los jóvenes al mercado laboral.
En el marco de la Ley de Inversión Social (Ley 2155 de 2021), el gobierno colombiano ha implementado subsidios salariales para empresas que contraten a jóvenes entre 18 y 28 años. Estas medidas, según el Ministerio de Hacienda, han impulsado la creación de más de 100,000 empleos para jóvenes desde su implementación.
Finalmente, contratar a jóvenes sin experiencia también es una estrategia que contribuye al desarrollo sostenible de Colombia. En el contexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), particularmente el ODS 8 que promueve el empleo decente y el crecimiento económico, la inclusión de jóvenes en el mercado laboral es fundamental. Al brindarles la oportunidad de obtener su primera experiencia laboral, las empresas no solo están fortaleciendo sus equipos, sino que también están contribuyendo al cumplimiento de metas globales para reducir el desempleo y mejorar las condiciones de trabajo.
En resumen, contratar a jóvenes no es solo una oportunidad para las empresas de acceder a talento innovador y adaptable, sino también una acción con impactos positivos a nivel social y económico. Al invertir en la formación de jóvenes, las empresas pueden reducir la rotación laboral, aumentar la lealtad y contribuir a la innovación interna. Además, al integrar a este grupo en el mercado laboral, se ayuda a combatir el desempleo juvenil, promoviendo el crecimiento económico y el bienestar social del país. Contratar a jóvenes no es solo una estrategia inteligente; es una inversión en el futuro de del Valle del Cauca.